viernes, 13 de noviembre de 2009

MALTRATO ZERO

“ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER, MALTRATO CERO”


La campaña “Maltrato Zero” es una iniciativa que anima los jóvenes de 22 países iberoamericanos a unirse y expresar abiertamente su rechazo a cualquier tipo de violencia contra las mujeres, con el reto de convertir este movimiento en una corriente movilizadora con un objetivo común: parar el maltrato.

España es uno de estos países, que con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional y de Desarrollo, lucha para conseguir ese objetivo último.

La iniciativa tiene tres lemas fundamentales con los que defiende la igualdad entre hombres y mujeres, y rechaza a su vez el maltrato hacia la mujer: “de todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo”; “de todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será menos que yo”. Con estos dos lemas, que vienen diciendo lo mismo, pero desde la doble perspectiva del hombre y de la mujer, se pretende defender el derecho a la igualdad y parar el maltrato, de ahí su tercer lema: “entre un hombre y una mujer, maltrato cero”.

En el bog http://bibianaaido.wordpress.com/, encontramos esta opinión de su creadora sobre esta campaña, que dice así: "Sólo reuniendo esfuerzos y sumando voluntades, podremos seguir avanzando en la lucha contra la violencia de género. Ante la violencia no se puede ser neutral, ni mirar para otro lado, ni dar la espalda. El silencio nos hace cómplices. De ahí el valor de esta campaña que sumar voces anónimas con voces de personas conocidas, personas que son referentes para otra mucha gente."

En el maltrato hacia la mujer, interviene el concepto de desigualdad. La desigualdad es un concepto amplio, que se puede entender como la diferencia entre los miembros de una sociedad por desigual reparto de las oportunidades y los recursos (hablamos de desigualdad social).

En el caso del maltrato, la desigualdad que ocurre entre hombre y mujer, se refiere a la infravaloración que hace el hombre o la mujer de la otra persona, pensando en una desigualdad desde el machismo o hembrismo (corrientes de pensamiento radicales que se muestran a favor del hombre o de la mujer, discriminando al otro sexo).

Debido a esta desigualdad entre hombres y mujeres de la que hablamos, el maltrato es hoy día un tema mediático y muy importante en nuestra sociedad, que puede conllevar en muchos casos a una situación de desamparo y de riesgo de exclusión social. Así, existe un colectivo de mujeres que han sufrido o sufren maltrato, que son atendidas por profesionales tanto sanitarios como sociales, con las que se interviene para prevenir el maltrato y la exclusión, o conseguir la integración si ya lo han sufrido.

El número de maltrato hacia la mujer ha ido aumentando en nuestro país en las últimas décadas, como podemos comprobar cada día en la prensa y en la televisión. En España, se aprobó la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre,9 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que manifiesta «que se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión». Ésta ha pretendido dar un tratamiento integral al problema de la violencia contra la mujer (medidas penales, de sensibilización, protección, prevención, asistencia social…).

Así, cobra también una gran importancia en este tema, las medidas de acción positiva, las cuales dan a la mujer unas ventajas que no han tenido a lo largo de la historia, para que éstas pueden llegar a estar en el nivel de oportunidad que tienen los hombres en el contexto social, económico, laboral, etc.

Finalmente, la desigualdad entre un hombre y una mujer debe ser la mera diferencia personal que nos hace únicos a todos, y no más allá de ello, ya que ambos son personas humanas que deben tener los mismos derechos, obligaciones, oportunidades, etc.


___________________________________________________
-www.maltratozero.com/
-http://bibianaaido.wordpress.com/2009/09/14/maltrato-zero/
-http://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_de_G%C3%A9nero
-http://www.youtube.com/watch?v=vWMRO-n-884&feature=related

martes, 10 de noviembre de 2009

SEMINARIO 1, 26/10/09

El seminario del pasado 26 de octubre estuvo orientado al tema de la participación.

En primer lugar, se hizo una primera toma de contacto: se inició con opiniones respondiendo preguntas como ¿Qué es la participación?, ¿Qué esperáis de este seminario?, ¿Cuántos estáis en alguna asociación? etc. A continuación, hicimos cuatro grupos de trabajo y construimos una tabla en la que se reflejaba una situación actual concreta, una situación ideal a la que se quería llegar, y unas herramientas a utilizar para pasar se una situación a otra.

Cada uno de los cuatro grupos tuvieron que representar a un determinado número de personas con unas características concretas: jóvenes, jóvenes discapacitados, mujeres jóvenes, y jóvenes inmigrantes. Se eligieron estos grupos porque son grupos de población con alto porcentaje de vulnerabilidad; el hecho de ser jóvenes nos acercó a las situaciones que se propusieron, ya que nos veíamos identificados.

Me parece interesante comentar las reflexiones y conclusiones que se formaron en general (sin entrar en cada uno de los cuatro grupos), desde el punto de vista de la juventud como sector poblacional.

Se propusieron unas mejoras de la situación actual en torno a la vivienda, el empleo, las drogas, el conformismo, la educación, la discriminación, barreras sociales, etc. que fueron las siguientes:

-Que exista una suficiencia económica que cubra las necesidades básicas.
-Que el trabajo sea acorde a la preparación previa.
-Que el precio de la vivienda sea asequible.
-Que haya un mayor esfuerzo e implicación en la sociedad.
-Que disminuya la delincuencia y el consumo de drogas.
-Que existan más alternativas de ocio sano.
-Que haya una mejor educación civil.
-Que exista una concienciación de la población en cuanto a las problemáticas.
-Que exista un marco jurídico actualizado, adaptado a las necesidades.
-Que no exista una discriminación por sexo, edad, ni por ninguna otra característica personal; igualdad de oportunidades y de acceso a los recursos.
-Que exista una educación en valores.
-Que exista una canalización de la información.
-Que aumente el tejido asociativo.
-Que exista la interculturalidad.

Con esta dinámica trabajamos la participación, que era la finalidad principal del seminario, e indagamos en problemas sociales generales con los que nos vamos a encontrar en un futuro profesional.

En relación a la teoría de la asignatura, podemos decir que hemos tratado factores que pueden producir en un determinado colectivo o grupo una discriminación o marginación social debido a las desigualdades sociales. Algunos de estos factores que pueden llevar a una marginación o incluso a un proceso de exclusión social en los jóvenes son por ejemplo los siguientes:

-La carencia de hogar propio. La mayoría de los jóvenes no cuentan con una vivienda propia, debido a que el precio de éstas no son asequibles para este sector de población, que sólo cuentan con el apoyo económico de sus padres o los ingresos de su trabajo (que normalmente no son elevados); esto hace que los jóvenes vivan con sus padres hasta una edad muy avanzada y/o que se vean obligados a pedir préstamos, lo que puede provocar a su vez un endeudamiento.

-La carencia de empleo, el empleo temporal o la precariedad laboral, sumado a la poca (o nula) experiencia laboral previa, es otro factor que perjudica a los jóvenes. Aquí entre la desigualdad laboral, la falta de confianza en los jóvenes, la falta de unión entre empresas e instituciones y el sistema educativo, etc.

-Los dos factores anteriores inciden en este tercero: ingresos insuficientes, nulos o irregulares.

-Falta de apoyos sociales. En este factor debemos hablar tanto de la familia, como de las redes sociales y el asociacionismo. La carencia de fuertes o estables lazos familiares, el aislamiento, la falta de amistades y agrupamiento con el grupo de iguales, y la poca concienciación de asociacionismo, son un conjunto de rasgos que conducen a una vulnerabilidad social.

-Las características personales como la edad, el sexo, la cultura, la religión, alguna discapacidad, u otras, que distingan a una persona o grupo de los demás, son otro factor negativo para los ojos de la sociedad. Esto lleva a la discriminación.

-La falta de motivaciones, habilidades sociales y el pesimismo (el pensamiento y las actitudes negativas), también implican una desventaja con respecto a los demás.

Para llegar a una mejora de una situación concreta, hay que contar con una serie de herramientas y recursos sociales que nos ayuden en la intervención. Algunas de las herramientas que se propusieron en el seminario fueron una educación preventiva y de más calidad, basada en valores; ayudas económicas; negociación colectiva; contar con la opinión de los jóvenes; asociacionismo juvenil; políticas de igualdad; etc.

Además de éstas, yo añadiría asesoramiento laboral; formación en habilidades sociales, para aumentar la capacidad, iniciativa e innovación; educación y concienciación sobre la salud; fortalecer el apoyo familiar; fomentar el apoyo t desarrollo comunitario; ocio alternativo; etc.

Como conclusión del seminario, decir que personalmente me pareció que tenía un buen planteamiento; sin embargo, no se adaptaba al número de personas que nos encontrábamos, ni al espacio y al tiempo con el que disponíamos. El hecho de enfocar el tema alrededor de la participación me gustó bastante, y me pareció interesante el debate que se abrió al final alrededor de las propuestas de mejora que cada grupo había planteado. También hubo un buen detalle hacia nosotros, de entregarnos los cuadernos y los cd’s informativos.

EDUCACIÓN, FAMILIA Y EXCLUSIÓN SOCIAL

La exclusión social y la educación ¿Qué está ocurriendo?

Basándonos en los datos estadísticos del “Informe de la Inclusión Social en España 2009” realizado por la Obra Social de Caixa Catalunya, vamos a analizar el éxito y el fracaso escolar, relacionado con la exclusión social.

Este informe muestra los datos educativos recogidos en base a varios criterios: el nivel educativo de los padres, la edad y el sexo de los jóvenes, y la inmigración principalmente.

El artículo de Cristina Castro, del periódico El País, “La familia pesa más que el colegio en el éxito del escolar”, resume este informe, y pone en el aire la pregunta de si el éxito escolar depende del nivel educativo de los padres. Así, comenta que el riesgo de fracaso escolar es 10 veces mayor en hijos de personas con educación básica que en los de universitarios. También dice el artículo, que existen tres factores de herencia del nivel educativo: la escolarización temprana, que se suele dar en hijos de padres con educación superior; la transmisión de aspiraciones, que ocurre al igual que con la herencia de la que hablábamos; y la posesión de recursos culturales y educativos.

Estos datos estadísticos con respecto al nivel educativo de los padres que muestra el informe, no son bajo mi punto de vista tanto el problema del fracaso escolar, como factores que pueden influir en el tipo de educación que se da a los hijos. Es decir, que aunque ese nivel educativo pueda influir, la verdadera educación depende de muchos aspectos además de éste, como puede ser el nivel económico de la familia, y otros más de los que hablaremos más tarde.

Por tanto, los datos sobre el nivel educativo de los padres que se reflejan en el informe, tienen que ver no solo con esto, sino con el resto de factores, que no pueden dejarse al margen en mi opinión. Además, existen niveles dispares que mueven las estadísticas y hacen que los resultados sean los que podemos ver los gráficos. No debemos hablar de generalidades, sino investigar en las particularidades de los casos de fracaso escolar, para conocer el verdadero problema, esos factores que han incidido.

Cuando hablamos de nivel educativo de los padres, estamos incluyendo su poder adquisitivo. Y es que ¿Quién podía estudiar más allá de los primeros años de colegio hace 30 o 40 años? las personas que tenían un nivel económico alto; por tanto, los padres de clase media-baja, se veían obligados a dejar de estudiar y trabajar. Hoy día, esto ha cambiado; podemos encontrar en la universidad un gran número de estudiantes cuyos padres no estudiaron una educación superior ni incluso la básica. Es decir, el factor económico influye mucho en la educación que imparten los padres a sus hijos.

Pero, ¿a qué se debe este cambio en una sola generación? Esto se debe al cambio social y económico que ha sufrido España. El nivel de vida de las familias de hoy en día es en general medio; esto, junto con las ayudas educativas, permita a los jóvenes de familias de nivel adquisitivo medio estudien educación secundaria y educación superior.

Por otro lado, se encuentran otros factores como la estructura familiar y las relaciones que existen entre los miembros de ella, la cultura, el sexo, los recursos educativos y culturales de los que disponen los hijos, el entorno donde viva la familia, el grupo de iguales, etc.

En un estudio de la asignatura “Psicología general y del desarrollo” de primer año de carrera, en donde investigamos las características psicológicas de niños de 3 a 6 años, en familias tanto de padres sin estudios básicos, como de padres con estudios superiores, concluimos lo siguiente: el nivel educativo de los padres no era el factor principal de influencia en los comportamientos de los niños. Algunos de los aspectos claves eran la calidad del tiempo que los padres pasaban con sus hijos, los recursos educativos y culturales de los que disponían los niños, y la influencia de la televisión.

Volviendo al tema del fracaso escolar, el artículo de prensa dice que el porcentaje de éste en España dobla al de la UE, y que estamos en el lugar 24 de los 27 países que la integran. Este fracaso escolar se relaciona con la economía del país; a mayor PIB, menos fracaso escolar. Aquí, se hace una comparación con Finlandia, el país con los mejores resultados del informe PISA sobre el nivel educativo a nivel europeo, y se achaca a las familias como responsables del fracaso escolar; sin embargo (y como comentamos en clase), no podemos hacer este tipo de comparaciones ya que cada país tiene unas características culturales y históricas diferentes, y un nivel económico distinto.

Entonces, ¿podemos sacar en conclusión que son las familias las culpables del fracaso escolar? No; hay muchos factores responsables de esta situación. Este fracaso escolar tan alarmante como aparece en el artículo, puede ser causa de riesgo de exclusión social, cuando se unen a otros como los escasos o insuficientes ingresos familiares, entorno residencial marginado, carencia de lazos familiares fuertes y redes sociales, etc. Es decir, todo se engloba en un círculo en el que intervienen tanto el individuo, como la familia, la escuela, el barrio, el grupo de iguales…

La conclusión que obtengo con esta información y con mis conocimientos previos, junto con la que hace el informe de la Caixa frente al fracaso escolar, para mejorar la situación actual es la siguiente:

-Se necesita una mejora una concienciación de escolarización temprana.
-Una inversión por parte de los padres en tiempo y dinero.
-Un fortalecimiento del tejido social (redes sociales: amigos, asociacionismo, participación social…).
-Una mejor información a los jóvenes sobre las distintas opciones que tienen al finalizar los estudios obligatorios (formación profesional, estudios superiores, otras salidas profesionales…).
-Un mayor apoyo económico a las familias con menos recursos, una educación en valores tanto en las familias como en los centros educativos.
-Una formación en habilidades sociales, para mejorar la capacidad, la iniciativa, la motivación, se potencien las cualidades personales…

En esta sociedad de desigualdades sociales, debemos tener una igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, y por tanto también en el educativo.

La educación es un derecho universal. Artículo 7 de los derechos universales del niño:
“El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.”